Tuesday, October 25, 2005

EL PROCESO DE INDIVIDUACIÓN TERCERA PARTE

POR LOLA HOFFMANN

El concepto Arquetipo, deriva de la reiterada observación de que, tanto los mitos como los cuentos de hadas de la literatura mundial, contienen determinados motivos que se narran siempre y donde fuere que sea. Con estos mismos motivos nos encontramos en fantasías, sueños, delirios e ideas delirantes de individuos contemporáneos. Estas imágenes típicas y relaciones, se califican como representaciones arquetípicas. Mientras más manifiestas son, tanto más frecuentemente van acompañadas de emociones muy vivas. Son impresionantes, influyentes, avasalladoras, proceden del arquetipo que en sí no es evidente, es una forma previa e inconsciente que pareciera pertenecer a la estructura heredada, que está implícita en la psique. Por consiguiente puede manifestarse como fenómeno espontáneo, donde quiera que fuere.

Jung dice: “Con frecuencia me encuentro con el mal entendido de que los arquetipos se determinan por su contenido o sea que corresponderían a una especie de representaciones inconscientes. Es por eso que debo insistir de nuevo, en que los arquetipos no son determinados por su contenido sino solo formalmente y, en última instancia solo en forma muy incondicional. Determinada por su contenido, sería una proto imagen, que solo es comprobable cuando es consciente y por lo tanto colmada con el material de la experiencia consciente. Su forma es comparable al sistema del eje de un cristal, que pre estructuraría, por decirlo así, la formación de los cristales en el líquido madre, sin poseer el mismo, una existencia material. Esta última aparece solo en la manera como afluyen primero los iones y en seguida las moléculas.
El arquetipo es un elemento vacío en sí, formal, que no es otra cosa que una facultas pre formanti, una posibilidad dada a priori de la forma representativa.

Las representaciones no son heredadas, se heredan las formas que corresponden exactamente a los instintos, también éstos, determinados solo formalmente. Ni la existencia de los arquetipos ni la de los instintos, pueden ser comprobadas mientras éstos no se manifiesten concretamente. En otra obra dice : Me parece probable que la esencia propia de los arquetipos no puede ser captada por la consciencia, o sea que sería trascendente, razón por la cual la designo como psicolidia. Algunas palabras más acerca de la ascensión del espíritu: Novalis dice: No conocemos las profundidades de nuestro espíritu, hacia dentro se dirige el misterioso camino.”

El proceso de individuación aspira a un orden de vida superior. Según la tradición se requiere “ir al desierto” para encontrar el camino. Esta ida al desierto, corresponde a un estado anímico de desarrollo y tránsito. Mirado desde el punto de vista psicológico, es un estado de introspección. Un camino hacia adentro, que es tanto más peligroso, cuanto más súbito y tormentoso es el proceso. La vivencia mágica del desierto está amenazada por inseguridad, debilidad, desesperación, estados depresivos. Es lo que San Juan de la Cruz llama: La noche oscura del alma. Es una etapa de la vida en la cual, toda energía productiva parece estar suspendida. Durante este estado ocurren también episodios psicóticos. Así, por ejemplo, en ciertas culturas, la locura
Del Shaman. Éxtasis significa estar fuera de sí mismo. Cuando el centro de la consciencia ha salido afuera del marco corriente del Aquí y Ahora, estamos fuera de nosotros, en otro marco de referencia. La capacidad del Shaman de entrar en éxtasis hace de él, un maestro de la geografía mística del mundo espiritual, es decir del inconsciente. Tiene un íntimo conocimiento de estas regiones misteriosas del espíritu, en las cuales puede entrar y salir a voluntad.

Las culturas shamánicas dividen la geografía del mundo espiritual en tres capas: El Plano terrestre, el mundo celestial, arriba y el mundo subterráneo, abajo. El universo espiritual triple, está comunicado con el centro del mundo.
Quien conoce este centro, tiene la capacidad de moverse voluntariamente de un plano a otro de la realidad. La capa terrestre, símbolo del ego y su marco de referencia, es la realidad corriente, es la vida como la experimentamos en nuestro habitual estado de vigilia, en la realidad tempora espacial. El mundo celestial como también el inframundo, simbolizan diferentes modos de realidades o estados psíquicos diferentes, en los cuales el individuo se ha alejado del ego y experimenta el inconsciente. La invitación a entrar en el camino del Shamán, viene generalmente a través de una enfermedad o una severa crisis psicológica que se asemeja a la muerte. Esta es seguida de un renacimiento. Como resultado, la personalidad del Shamán emerge muy ampliada, más consciente, directamente comunicada con el mundo de los espíritus. Toda persona en la cual ocurre una individuación, tiene algo de la experiencia shamánica. La enfermedad es algo inevitable en tales personas. Su crecimiento se efectúa a través de un proceso de muerte y resurrección, obligándolos a encontrar su propia y única personalidad. Toda identificación de esta capa de evolución, con la deidad, puede llevar a la locura. El individuo experimenta una insoportable privación y cree poder investir su impotente Yo
empírico con el poder del Sí mismo creador. La actitud adecuada del Yo en tales circunstancias está dada con la vivencia del Nazareno en el desierto.

Continúa proximamente
(El origen de esta lúcida exposición sobre el Proceso de Individuación,
es una trascripción de una cinta grabada por Lola y entregada personalmente
por ella a Francisco Garcia Huidobro )

Wednesday, October 19, 2005

UN ROBÁIYÁT DE OMAR KHAYYAM

PUESTO QUE IGNORAS
LO QUE TE RESERVA EL MAÑANA,
SED DICHOSOS HOY.
TOMAD UNA JARRA DE VINO,

VE A SENTARTE AL CLARO DE LUNA,
Y BEBE, PENSANDO QUE TAL VEZ MAÑANA
LA LUNA TE BUSQUE EN VANO...

Tuesday, October 11, 2005

INDIVIDUACION POR LOLA HOFFMANN


PROCESO DE INDIVIDUACIÓN
Primera parte
Por Lola Hoffmann


INDIVIDUACIÓN es la fuente de toda salud. Individuación es el proceso que mueve al hombre a hacerse una persona completa, única. Esto significa la síntesis de las personalidades consciente e inconsciente y el establecimiento de una relación entre el ego como centro de la conciencia y el sí mismo que es la personalidad total, la cual funciona como nuestro centro. La individuación es un proceso vital que lleva a la totalidad, no obstante este proceso nunca se lleva a cabo del todo, porque la personalidad total jamás se alcanza en el curso de la vida. La totalidad necesita la consumación de nuestra potencialidad pero es difícil que esto se logre porque dicha potencialidad es demasiado rica y las demandas de la vida cambian constantemente provocando nuevas respuestas. Sin embargo el centro inconsciente de nuestro ser de alguna manera sabe lo que significa ser completo, es a partir de este centro donde se inicia el proceso de individuación. No nos decidimos a hacernos enteros, más bien una energía vital que está dentro de nosotros nos obliga a tomar este camino. Nuestra totalidad, la meta de nuestro desarrollo vive dentro de nosotros, como una potencialidad dinámica, influenciando profundamente el curso de nuestra vida. En todo proceso vital el bien y el mal se entremezclan. La vida nos manda en este proceso no lo que pedimos sino lo que necesitamos para crecer. Las fuerzas del mal tendrán que tocar nuestras vidas porque sin los poderes oscuros, no emerge la consciencia.
El proceso de individuación es un trabajo, un opus vital, una tarea que nos llama a no evitar las dificultades y peligros de la vida sino a percibir el sentido en el pattern de acontecimientos que forman nuestras vidas. Hay que aprender a ver el hilo que conecta los acontecimientos, sueños y relaciones que han formado el tejido de nuestra existencia.
El proceso de individuación es la búsqueda de un sentido insertado en la vida misma. El inconsciente trata de producir una situación imposible para obligar al individuo a sacar de sí lo mejor, de su yo. Cuando se sigue el curso de la vida interior de una persona, se tiene la impresión de que estamos en este mundo con el objeto de desarrollar y purificar la vida del alma o expresado en términos psicológicos con el fin de la individuación. Cuando el hombre observa los sueños está en contacto con la corriente de la vida interior . El sueño es la herramienta de la naturaleza que permite que contenidos del inconsciente penetren a la consciencia, el resultado es un estado de conciencia alterado es un cambio radical y una renovación de la vida a través de un contacto del ego con una experiencia irracional energizante.

PROCESO DE INDIVIDUACIÓN
Segunda parte
Lola Hoffmann

Cuando alguien ha pasado por una crisis, ha muerto a su antigua personalidad y ha hecho su camino de vuelta hacia la salud y una vida más conciente. En este proceso el sujeto adquiere ciertas cualidades que lo capacitan a poner a otras personas en contacto con la verdadera salud y la salvación.

Nuestra alma no está completa si no llevamos a la conciencia nuestra vida entera, sea esta feliz o infeliz. El sí mismo o centro psíquico es el arquetipo de la unidad, la tendencia que centra y que une los elementos contrarios de la psique. Naturalmente la psiquis busca la totalidad, más ésta solo puede alcanzarse a través del desarrollo de la consciencia y el despliegue del hombre en su totalidad, en el contexto de la vida. Esta totalidad lleva a la reorganización de la personalidad en un nivel más alto, más desarrollado.
El esfuerzo de llegar a la totalidad se da mediante la relación entre el mundo consciente e inconsciente. La naturaleza de esta relación es diferente en cada persona. El mediador de nuestros conflictos psíquicos está en nuestro interior. Principia a actuar apenas los símbolos del inconsciente han sido reconocidos y aceptados como realidad interior. Esta aceptación permite que opere el poder natural mediador del sí mismo dando así la posibilidad de reconciliación de los opuestos y la aparición de una totalidad inconsciente, desconocida hasta este momento. Este aspecto productor de símbolos del inconsciente ha sido llamado por Jung “función trascendente”, porque pone a la psiquis en condiciones de trascender el conflicto de los opuestos y permite que la consciencia salga de una condición limitada. Si no fuera por esa función trascendente jamás podríamos pasar de un estado a otro, permaneceríamos cautivos para siempre dentro de los límites de una estrecha psicología.


El principal transmisor de la función trascendente son los sueños. El símbolo transformador del sí mismo aparece en éstos como una manifestación divina. El desarrollo de la consciencia no es posible sin emoción. Esta nos llega a través de las relaciones significativas de nuestra vida. La relación con los demás es una parte muy importante en el proceso de individuación. El amor es el crisol donde se realiza la individuación, amar a alguien significa estar en posesión de sí mismo. Una cita de Jung : “En cuanto el Yo sólo es el centro de mi zona consciente, no es idéntico a la totalidad de mi psique sino es simplemente un complejo entre otros complejos. Distingo pues entre el Yo y el sí mismo en cuanto el Yo es el sujeto de mi consciencia mientras el sí mismo es el sujeto de mi psique toda, incluso de la inconsciente”. Más adelante dice: “ Los procesos inconscientes se hayan con la consciencia en una relación compensadora porque lo consciente y lo inconsciente no han de formar necesariamente un contraste el uno con el otro, se completan mutuamente hasta un total que es el sí mismo.

Jung emplea el término individuación para designar un proceso cuyo resultado es un individuo psicológico esto es una totalidad, una unidad singular e indivisible. El proceso de individuación es llegar a ser un individuo singular en cuanto que entendemos con individualidad nuestra unicidad más íntima, última e inefable.
En el curso del proceso nos transformamos en nuestro propio sí mismo, por esta razón se podría traducir individuación con la realización del sí mismo.

No hay que confundir el proceso de individuación con la toma de conciencia del Yo, con lo cual se confundiría el yo con el sí mismo. Mirado así la individuación, sería un mero egocentrismo y autoerotismo. El sí mismo abarca infinitamente más que el Yo. Es también el otro o los otros. La individuación no excluye al mundo, más bien lo contiene. El sí mismo es el arquetipo central del orden, la totalidad del hombre es una magnitud antepuesta al Yo consciente, abarca no solo a la psiquis consciente sino también a la inconsciente, siendo por ende como si dijéramos, una personalidad que nosotros también somos. No hay esperanza de alcanzar aún una aproximada conscienciación del sí mismo. Por muchos contenidos que integremos a la consciencia siempre quedará una cantidad indeterminada e indeterminable del inconsciente que pertenece a la totalidad del sí mismo.

En otra obra dice : “ El sí mismo no es solo el punto central, es también el contorno que encierra la conciencia y el inconciente, es el centro de esta totalidad así como el Yo es el centro de la consciencia.

El sí mismo es también la meta de la vida ya que es la expresión más completa de la combinación del destino que llamamos individuo.” Hasta aquí citas de Jung.

Wednesday, October 05, 2005



VIAJANDO AL INTERIOR DE UNO MISMO.
SEGUNDA PARTE


En la primera parte se plantea la importancia de observar, ser consciente del lapso que separa (o une) el estado de despierto a dormido y de dormido a despierto. Ese breve espacio de tiempo en que no estamos ni en el mundo del sueño ni en el mundo de la vigilia, ese espacio en que podemos tener una visión o un “vislumbre de nuestro ser”. Continuamos con la palabra del maestro Osho:

¿Cómo hacerlo? Cuando te vayas a dormir, relájate. Cierra los ojos, has que la habitación esté oscura. Cierra los ojos y empieza a esperar. Está llegando el sueño; simplemente espera, no hagas nada, ¡simplemente espera! Tu cuerpo se está relajando, el cuerpo se está volviendo pesado: siéntelo. Siente como se vuelve pesado. El dormir tiene su propio mecanismo y empieza a funcionar. Tu consciencia de vigilia está desapareciendo. Recuerda, por que el momento será muy sutil y el momento será atómico. Si te lo pierdes, te lo has perdido. No es un periodo muy largo: un solo momento, un lapso muy pequeño, y cambiarás de la vigilia a dormir. Simplemente espera, plenamente consciente. Sigue esperando. Llevará tiempo. Llevará al menos tres meses. Solo entonces puedes tener el vislumbre del momento en que estás justo al medio. Así es que no tengas prisa. No puedes hacerlo ahora mismo; no puedes hacerlo esta noche. Pero tienes que empezar y puede que tengas que esperar durante meses.
Normalmente, en un plazo de tres meses, un día sucede. Está sucediendo cada día, pero tu consciencia y el encuentro del lapso no se pueden planear. Es un evento. Tú simplemente sigues esperando, y un día sucede. Algún día, de pronto tomas consciencia de que no estás ni despierto ni dormido: un fenómeno muy extraño. Puede que incluso te asustes, por que sólo has conocido estas dos cosas: sabes cuando estás dormido, sabes cuando estás despierto. Pero no conoces un tercer punto en tu ser en el que no estás ninguna de las dos cosas. En su primer impacto, puede que te asustes y que tengas miedo. No te asustes y no tengas miedo. Cualquier cosa que es tan nueva, desconocida previamente, producirá cierto miedo, por que este momento, cuando lo hayas sentido una y otra vez, te dará también otra sensación: Que no estás ni vivo ni muerto, ni esto ni aquello. Es un abismo.
Estos dos mecanismos son como dos colinas; saltas de una cima a otra. Si permaneces en el medio caes en un abismo, y el abismo no tiene fondo: sigues cayendo, sigues cayendo. Los surfistas han usado esta técnica, y antes de darle esta técnica a un buscador, le dan también otra práctica, como salvaguardia. Siempre que se da esta técnica en los círculos surfistas, antes se da otra práctica, que es imaginar con los ojos cerrados que estás cayendo en un pozo profundo: oscuro, profundo y sin fondo. Simplemente imagina que estás cayendo en un pozo profundo; cayendo y cayendo y cayendo, eternamente cayendo. No tiene fondo, no puedes llegar al fondo. Esta caída ya no puede cesar en ninguna parte. Tú puedes parar; puedes abrir los ojos y decir basta, pero esta caída en sí misma no puede cesar. Si continúas, el pozo no tiene fondo, y se vuelve cada vez más oscuro.
En los sistemas surfistas, este ejercicio del pozo –este ejercicio del pozo oscuro sin fondo- se practica primero. Es bueno, útil. Si los has practicado y te has dado cuenta de su belleza, su silencio, entonces cuanto más profundo vas en el pozo, más silencioso te vuelves. El mundo ha quedado muy lejos, y sientes que tú has ido muy lejos, muy lejos, muy lejos. El silencio crece con la oscuridad, y en lo profundo no hay fondo. El miedo llega a tu mente, pero sabes que esto es solo imaginación, así que puedes continuar.
Mediante este ejercicio te vuelves capaz de hacer esta técnica, y entonces, cuando caes en el pozo entre la vigilia y el sueño, no es imaginación; es un hecho real: Y no tiene fondo, el abismo no tiene fondo. Por eso Buda ha llamado a esta nada vacío: shunya. No tiene fin. Una vez que la conoces, tu también te vuelves sin fin. Es difícil tener este vislumbre mientras uno está despierto. Luego es imposible, por supuesto, cuando estás dormido, por que entonces el mecanismo está funcionando, y es difícil desconectarse del mecanismo. Pero hay un momento por la noche y otro momento por la mañana –en veinticuatro horas hay estos dos momentos- en los que es muy fácil, pero hay que esperar.
Cuando estás a punto de dormir, cuando aún no te has dormido y la vigilia externa desaparece, en ese punto se revela el Ser: entonces sabes quién eres, qué es tu ser real, qué es tu existencia auténtica.


Del Libro de los Secretos
del maestro Osho

Monday, October 03, 2005

VIAJANDO AL INTERIOR DE UNO MISMO. PRIMERA PARTE

Sé consciente del lapso entre estar despierto y dormido.

Tercera técnica para recordarse a uno mismo:
Cuando estás a punto de dormir, cuando aún no te has dormido y la vigilia externa desaparece, en ese punto se revela el Ser.


Hay momentos cruciales en tu consciencia. En estos momentos cruciales estás más cerca de tu centro que el resto del tiempo. Cambias de marcha, y siempre que cambias de marcha pasas por el punto muerto, la marcha neutra. Ese punto muerto está más cerca. Por la mañana, cuando el dormir está yéndose, desapareciendo, y te estás empezando a sentir despierto pero aún no estás despierto, justo en ese punto medio, estás en una marcha neutra. Hay un punto en que no estás dormido y no estás despierto, justo en el medio. Entonces estás en una marcha neutra. De dormir a estar despierto, tu consciencia cambia todo el mecanismo. Salta de un mecanismo a otro. Entre los dos mecanismos no hay ningún mecanismo; hay un lapso. Mediante ese lapso puedes tener un vislumbre de tu ser. Lo mismo sucede por la noche, cuando de nuevo estás saltando de tu mecanismo de vigilia a tu mecanismo de dormir, de tu consciencia al inconsciente. Durante un solo momento no hay ningún mecanismo, ningún asidero del mecanismo en ti, por que has saltado de uno a otro. Si puedes estar despierto entre los dos, si puedes tomar consciencia entre los dos, si te puedes recordar a ti mismo entre los dos, tendrás un vislumbre de tu ser real.

Del libro de los secretos
Del maestro Osho